jueves, 20 de noviembre de 2008

El dragón como criatura mítica


Desde sus orígenes como tótem o representación estilizada de criaturas naturales, el dragón chino evolucionó para convertirse en un animal mítico. Para la dinastía Han la apariencia del dragón se describía como un ser con el tronco de una serpiente, las escamas de una carpa, la cola de una ballena, los cuernos de ciervo, la cara de un camello, las garras de un águila, las orejas de un toro, los pies de un tigre y los ojos de una langosta, además de tener una perla llameante bajo su mentón. Los dragones chinos se representan ocasionalmente con alas de murciélago creciéndoles de sus miembros delanteros, pero la mayoría carece de ellas, si bien siguen siendo capaces de volar.
Esta descripción concuerda con las representaciones artísticas del dragón hasta la actualidad. El dragón también ha adquirido una gama casi ilimitada de poderes sobrenaturales. Se dice que es capaz de camuflarse como un
gusano de seda o hacerse tan grande como el universo completo. Puede volar entre las nubes o esconderse en el agua (según el Guanzi). Puede formar nubes, transformarse en agua o fuego, volverse invisible o brillar en la oscuridad (según el Shuowen Jiezi).
E.T.

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